
Una web debe ser lo más accesible posible de cara a los usuarios. Solo así conseguiremos crear un camino lógico que seguirán para llegar a la llamada a la acción que hemos planteado.
Esto también es importante de cara Google. Y es que las famosas arañas del buscador recorrerán tu web con el objetivo de indexar la información que se encuentren. Pero si hay algún obstáculo que les impida avanzar, links rotos o similares, tendremos un serio problema.
Cualquier proyecto web debe contar con una sólida arquitectura técnica. Permite potenciar la experiencia de usuario, ayuda a priorizar las páginas dependiendo de la relevancia, además de facilitar el rastreo por parte de Google, mejorando así el posicionamiento SEO.
Y aquí es donde entra en juego el concepto de niveles de profundidad de una web.
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¿Qué son y cuál es la importancia de los niveles de profundidad de una web?
Este concepto hace referencia a la cantidad de clics que tendrá que dar el usuario para llegar a cumplir su objetivo en la página: podría ser hacer una compra, descargar un eBook, leer una determinada información…
Para determinar este número de clics se tendrá en cuenta la ruta más corta.
Vamos a ver un ejemplo de una frutería que vende por Internet:
- El nivel 0 será la home, la página de inicio.
- El nivel 1 sería la primera categoría, que podría ser frutas.
- El nivel 2 estaría refiriéndose a una categoría que está dentro del nivel 1, como podrían ser plátanos.
- Un posible nivel 3 podría ser la propia ficha de producto.
Para llegar a este último nivel, el usuario tendría que acceder a la web -> después a la primera categoría -> Subcategoría -> Producto.
Así que en total ha dado 3 clics para llegar al producto.
Si el número de clics es muy grande, o si hubiera obstáculos de importancia en el camino, afectará a la experiencia de usuario y será más probable que el lector abandone la web.
Aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a mejorar tu web desde dentro.
Tips para optimizar los niveles de profundidad de tu web
1. Optimización de la página de inicio (Home)

La home es el primer lugar que se encontrará el usuario al acceder a tu web.
- Lo primero que debes tener en cuenta es que a Google le costará rastrear tu web a mayor cantidad de niveles. A partir del 3º clic, podemos empezar a tener problemas. Por ello, conviene no crear más categorías, a no ser que sea necesario.
- Seguro que en más de una ocasión te ha encontrado menús gigantescos en donde se cubren todas las categorías y subcategorías de la web. Pero además de ser poco elegante, resultará bastante confuso para el usuario.
Una buena opción es colocar algunas de las secciones más relevantes en el footer que enlacen directamente en el artículo destino. Así, de cara a Google tan solo habrá que dar un clic para llegar.
También las puedes colocar en un widget situado en los laterales.
2. Trabajando las categorías
Crear un buen sistema de categorización en tu web es de vital importancia para ayudar al usuario a encontrar lo que busca (recuerda que se debe combinar con un fiable buscador).
Las categorías deben ser lo más claras posibles. A no ser que tengamos un catálogo con miles de referencias, con unas pocas categorías debería ser más que suficiente (el resto, seguramente se podrá incluir como subcategorías).
- Ten cuidado con la paginación. Si tienes muchas categorías a mostrar, necesitarás más recursos para rastrear la web. Esto puede darte más de un problema de indexación de Google.
- Un buen recurso para estos casos es distribuir la paginación a lo largo de diferentes páginas que podamos navegar desde la zona inferior de cada categoría. El usuario tan solo tendrá que pulsar el botón de siguiente página.
- Otro interesante consejo es el uso de filtros. Los puedes colocar de manera estratégica en los laterales de las páginas. Estos ayudarán a que cualquier destino esté ubicado a menos de 3 niveles de clics.
3. Cambios en la página de producto
Además de trabajar en el texto, imágenes y otros criterios de la página, debemos cuidar un buen entrelazado interno.
Es posible que el usuario esté buscando ese artículo, pero quiera ver más opciones, o exista una alternativa mejor.
Debemos encontrar la forma de evitar que llegue a un camino sin salida, que pueda seguir avanzando al mismo tiempo que verá contenido relacionado.
Esto también es importante a nivel de rastreo: el poder se irá repartiendo entre las diferentes URLs potenciando el SEO.
Pero esto también es más arriesgado: si cambias la URL de algún enlace, un incorrecto enlazado interno podría derivar en muchos problemas 404
¿Cómo comprobar si los niveles de profundidad de mi web son correctos?
Por fortuna, esto no tendremos que hacerlo de manera manual. Existen un par de herramientas que nos lo pondrán fácil:
Screaming Frog
Esta herramienta es imprescindible para cualquier webmaster. Una de sus importantes funciones es determinar el nivel de clic de tu web.
Lo único que tendrás que hacer es indicar la URL de tu página en Search y empezar a que se termine el escaneo.
De todas las columnas que nos aparecen, ahora nos interesa la de Crawl Depth que precisamente nos indica el nivel de profundidad.
¿Qué es lo que tenemos que hacer aquí? Analizar aquellas webs que tienen un Crawl Depth mayor de 3 y reducir el número de clics.
Google Analytics
Seguramente ya tendrás tu cuenta vinculada con Google Analitycs, pero ahora necesitas vincularla también con Screaming Frog para obtener mejores resultados.
Así podrás conocer las visitas que recibe cada URL y el nivel de profundidad de estas.
Si encuentras una web que esté muy bien posicionada, querrás reducir el nivel de clics al mínimo para que esté lo más cerca de la home. Así, el poder que le llegará será mayor y se posicionará todavía mejor.
Con estos 3 consejos puedes empezar a trabajar los niveles de profundidad de tu web.